Cuatro hackers enviados a la cárcel en Gran Bretaña
Según la sentencia de un juez británico, se ha enviado a la cárcel a cuatro miembros del grupo de hackers LulzSec por haber orquestado ataques masivos a organizaciones de reconocimiento internacional, como serían Nintendo, Sony Pictures, el FBI o la CIA. Los acusados son Ryan Ackroyd, Jake Davis, Mustafa Al-Bassam y Ryan Cleary, fueron los organizadores y quienes llevaron a cabo los ataques. Estos ataques causaron millones de dólares en pérdidas y pusieron en compromiso la privacidad de millones de internautas. Los sentenciados filtraron contraseñas de acceso a cuentas de las páginas y servicios de internet de las páginas que interceptaron, además de los correos electrónicos e información de sus tarjetas de crédito.
Además de esto, los delincuentes también usaron una red zombie compuesta por un millón de equipos informáticos para enviar ataques de negación de servicio a un gran número de páginas web. En el especial caso de Sony Pictures, la empresa perdió datos de 16,4 millones de usuarios, siendo un ataque que costó millones de dólares reponerse, además de haber ensuciado su reputación.
Ryan Cleary, hacker de 21 años que actuaba en internet bajo el usuario ViraL. Fue el que recibió la sentencia más duradera. El mismo se declaró culpable de seis cargos relacionados a ataques a la fuerza aérea de Estados Unidos y el Pentágono, entre otros muchos. La sentencia de cárcel es de dos años y ocho meses.
Ackroyd, ex soldado de 26 años, se hacía pasar en internet por una chica de 16 años llamada Kayla. Su sentencia fue de 30 meses por haberse declarado culpable de un cargo de haber impedido el funcionamiento de un ordenador sin autorización.
Bassam, estudiante destacado de 18 años, utilizaba el alias tFlow. En su caso, la sentencia fue de 20 meses suspendida por dos años y 300 horas de trabajo comunitario.
Davis de 20 años, se conocía en internet como Topiary y se autodenominaba publicista de LulzSec. El juez le ordenó pasar 24 meses en una institución para delincuentes juveniles.
El juez del caso, Deborah Taylor, remarcó al dictar la sentencia que los acusados consideraban sus hechos como un juego sin ser conscientes de que tendría consecuencias reales: “No les importó para nada la privacidad de los demás, pero hicieron todo lo posible para esconder sus propias identidades y a la vez buscar publicidad”.
Etiquetas: noticias hacker
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