El ex agente de la CIA, Edward Snowden, entre los documentos que filtró, se encuentra información secreta del gobierno estadounidense, que ha sido analizada por el periódico alemán Der Spiegel. Concretamente la noticia de hoy se centra en la revelación de que la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos ha interceptado las telecomunicaciones de la ONU en Nueva York.

Si esta información fuera cierta, podría generar todavía más problemas en las relaciones entre Estados Unidos y sus aliados, los cuales ya habían empezado a tener problemas cuando Snowden ya había hecho pública información donde se indicaba que el gobierno estadounidense había instalado micrófonos en la sede de la Unión Europea en Bruselas.

Según la información que se publicó en el periódico Der Spiegel en un artículo en alemán, a mediados del año pasado la NSA consiguió irrumpir en el sistema de videoconferencias usado en la sede de la ONU en Nueva York. “El tráfico de datos nos está dando video teleconferencias internas de las Naciones Unidas (¡yupi!)”, decía uno de los documentos.

En el documento filtrado también se explicaba que esto causó “un aumento notable de la cantidad de datos de videoconferencias y de nuestra capacidad para decodificarlos”. El aumento fue tan evidente, que en tan solo tres semanas, la cantidad de datos decodificados subió de 12 a 458.

El periódico Der Spiegel, confirmó que dichos documentos indicaban que Estados Unidos estaba llevando a cabo una operación de espionaje en 83 embajadas y consulados de todo el mundo, que ha denominado “Servicio de Colección Especial”. “El espionaje es intensivo, bien organizado y tiene muy poco o nada que ver con la protección contra el terrorismo”.

Estados Unidos, mientras tanto no ha parado de luchar contra las filtraciones de Snowden, quien se encuentra como exiliado político en Rusia. Prueba de ello es que la semana pasada arrestaron a David Miranda, pareja de un periodista del diario The Guardian que había estado trabajando con los datos de Snowden. Además, The Guardian se vio obligado a destruir todos los equipos que contenían los datos filtrados por Snowden después de recibir una amenaza legal del gobierno británico.