Si no teníamos bastante con los ataques de spam a nuestros correos electrónicos y redes sociales, los teléfonos móviles son ahora el nuevo objetivo para los spammers, según ha informado el New York Times.

Los consumidores estadounidenses recibieron alrededor de 450 millones de mensajes de texto basura el pasado año, sobrepasando la cifra de los 2,2 millones que datan del año anterior. El caso de los teléfonos móviles no es tan común como el del correo electrónico, se trata de una amenaza en auge que supone un daño significativo para los usuarios.

El tema es mucho más complejo que todo esto, ya que verdaderamente es un problema, es una tarea muy complicada intentar descubrir quién es el remitente de estos mensajes no deseados. Cierto es que muchos de estos mensajes son inofensivos, pero la mayoría de ellos están repletos de publicidad que al fin y al cabo acaba siendo molesta, hasta el punto que el usuario puede llegar a abrir uno de estos mensajes inintencionadamente y suscribirse a alguno de los servicios que ofrecen los mensajes publicitarios.

Otra manera de actuación es el hecho de publicitar tarjetas regalo de tiendas conocidas o ofertas de artículos o hasta incluso algunos de gratuidad a cambio de la participación en una encuesta, difundiendo sin saberlo, nuestra información personal.